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Introducción

La tecnología nos abre posibilidades que eran impensables antes de su descubrimiento, aunque muchas veces no somos conscientes de estos adelantos.

La telefonía móvil, Internet, Wi-Fi, etc. son muchas de estas tecnologías, que si bien, hoy en día son casi imprescindibles, antes no lo eran. La posibilidad de hablar con una persona gracias a la telefonía móvil o el envío casi instantáneo de una fotografía por Internet a esa misma persona que se encuentre en cualquier parte del mundo, parecía impensable hace apenas 2 décadas.

Adelantos que nos hacen la vida más fácil, como por ejemplo las redes inalámbricas Wi-Fi. Se puede disfrutar de una conexión de Internet rápida y fiable desde cualquier parte de nuestra casa, sin tener que arrastrar un cable por toda ella. Facilitan la vida de las personas para que se puedan preocupar de cosas más importantes.

Qué es Wi-Fi

Wi-Fi es una marca creada por la Wi-Fi Alliance para englobar una serie de especificaciones estándares para la comunicación por ondas de radio.

Wi-Fi se creó como una alternativa inalámbrica a las redes cableadas que ya existían. El hecho de que todos los productos sigan un estándar y luzcan el sello de certificación de la WiFi Alliance, asegura que dispositivos de distintas marcar puedan funcionar perfectamente entre ellos.

Ilustración 1. Wi-Fi, red de interconexión de equipos electrónicos.

De este modo, Wi-Fi permite la interconexión de distintos equipos electrónicos y/o informáticos sin la dependencia de un cable, o una instalación de cableado existente, permitiendo la libertad de, por ejemplo, mover un ordenador portátil sin tener que llevar el cable, o poder utilizar más equipos con tarjeta wifi sin la necesidad de añadir cableado.

Tipos de estándares Wi-Fi

Los dispositivos que utilizan Wi-Fi suelen exhibir una etiqueta donde, aparte de mostrar la certificación del estándar que hemos mencionado antes, se muestra el tipo de estándar Wi-Fi soportado.

Ilustración 2. Etiqueta de certificación Wi-Fi

Un dispositivo, por otro lado, puede aceptar varios de estos estándares, ya que se suele añadir compatibilidad con los más antiguos. Dichos estándares son:

·         b: el estándar Wi-Fi b trabaja en la banda de frecuencia de los 2.4 GHz. Su velocidad máxima es de 11 Mbps.

·         a: el estándar Wi-Fi a es muy similar al b, y de hecho tiene la misma antigüedad. La diferencia es que opera en la banda de 5GHz, y, aunque su velocidad alcanza hasta 54 Mbps, no ha alcanzado el ámbito de distribución que el b, al no ser compatible con éste.

·         g: el estándar Wi-Fi g es una evolución del b. Se hizo totalmente compatible con éste de tal forma que pueden existir clientes b y g en la misma red. La velocidad máxima teórica, al igual que el estándar a, es de 54 Mbps.

·         n: el estándar Wi-Fi n es la última y más moderna versión de los estándares existentes. Su rendimiento máximo real oscila entre los 300 y 600 Mbps. Para conseguir estas velocidades, se pueden utilizar varios canales para enviar y recibir datos, así como combinar canales de 2.4 GHz y de 5 GHz. Este estándar es de reciente aprobación y se espera que se extienda en los próximos años.

Muchos fabricantes desarrollaron diversas extensiones para el estándar b (ampliando la velocidad a 22 Mbps) y para el g (ampliando a 108 y 125 Mbps dependiendo del fabricante), aunque no eran estándar y requerían de tarjetas de la misma marca que el punto de acceso, por lo que no han tenido mucho éxito.

Dispositivos con Wi-Fi

Actualmente son muchos los dispositivos que disfrutan de una tarjeta de red Wi-Fi para poder conectarse a cualquier punto de acceso y tener conexión a Internet.

Los más extendidos y cuyo soporte es más longevo son los ordenadores portátiles, así como los ordenadores de sobremesa con el adaptador adecuado, ya sea una tarjeta interna o un dispositivo USB.

Sin embargo, a día de hoy, podemos encontrar múltiples dispositivos:

·         Teléfonos móviles.

·         Tabletas.

·         Impresoras. Permiten imprimir por Wi-Fi sin necesidad de tener que enchufar un cable al PC, y desde cualquier parte de la casa.

·         Consolas de videojuegos, para navegar y jugar on-line.

·         Marcos fotográficos digitales, permiten ver imágenes almacenadas en un ordenador o en Internet.

Ilustración 3. El iPhone, uno de los dispositivos estrella con Wi-Fi

Es de esperar que en un futuro todos los electrodomésticos de la casa acaben incorporando su propio interfaz Wi-Fi para ser controlados de forma remota.

Como toda conexión inalámbrica, las conexiones Wi-Fi tienen limitaciones en cuanto a la distancia a la que pueden ser utilizadas. El rango de utilización de las conexiones depende de varios factores, como son:

·         La potencia de emisión: tanto el punto de acceso como los clientes, emiten la señal, que está limitada a una potencia regulada por ley, y que es de 100 mW.  Es una potencia bastante pequeña en comparación con la telefonía móvil. Para hacer una analogía, es como si estuviéramos hablando con alguien que está lejos pero no pudiéramos hablar más alto que de un cierto límite. Si nos vamos suficientemente lejos, no escucharemos a nuestro interlocutor.

·         La distancia: como decíamos anteriormente, si nos vamos muy lejos, no escucharemos a nuestro interlocutor. Lo mismo ocurre en las conexiones Wi-Fi.

·         El ruido en el medio: igual que nos cuesta hablar con una persona en un bar si hay mucho bullicio, las conexiones Wi-Fi se degradan cuando hay muchas redes Wi-Fi distintas.

·         La capacidad de emisión/recepción: las antenas. Con una misma potencia  de emisión podemos mejorar la capacidad de emisión y recepción con una antena adecuada. Siguiendo con el símil de las conversaciones entre personas, no es lo mismo hablar con una persona normal que con una que padece cierto grado de sordera. Existen antenas que permiten hablar mejor y escuchar mejor las señales del interlocutor.

·         Los obstáculos: la señal Wi-Fi, se propaga de manera similar a la voz humana. Es por ello que si hay obstáculos en entre emisor y receptor, se va a notar

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